Sí, siento que esa duda asalta mi cabeza estos días que llevo de navegación. ¿Es que es posible pasarse seis meses sin hacer algo interesante y sobre todo útil para los demás ? ¿Es que se puede estar ese tiempo sin aportar valor a uno mismo o a otros?. Hacer o no hacer, esa es la cuestión.
Y es cierto que cuando aparece uno mismo en la cuestión las cosas comienzan a cambiar. La aportación de valor puede ser un enriquecimiento cultural o intelectual que más tarde beneficie a otros.
También puede tratarse de agrandar la red de relaciones o mejorar mi estado físico o mi nivel como ajedrecista…
O aprovechar el tiempo para estar más conmigo mismo, revisar mi interior o tomar un café en mi compañía.
Quizás no se trate de hacer cosas o conseguir alcanzar unos objetivos. Es algo más sutil y el tiempo que va a estar presente es Kairós dejando un lado a Cronos que es el que nos presiona en nuestro día día, vamos a llamar, normal.
Pero reconozco que mi convivencia con Kairós, el tiempo que está presente en el disfrute, el placer, el “dolce far niente “no sido nunca muy buena. Mi hiperresponsabilidad siempre me ha inclinado hacia el ser productivo, eficiente, eficaz…
Y en esta inclinación Cronos siempre me ha acompañado y pocas veces le he defraudado. La formalidad, el compromiso, la puntualidad… han sido pilares que han marcado siempre mi vivir aunque puedo decir que he disfrutado siempre con el cumplimiento de mi palabra y la calidad de mi trabajo. Y alguna vez que no ha sido así lo he pasado muy mal.
Y ahora, ¿podré disfrutar de Kairós y sentirme bien sin necesidad ,durante seis meses, de tener que estar produciendo?.
Estoy en ello. Procuro ir poco a poco aplacando mis impulsos productivos e irme convenciendo que lo importante no es ir haciendo sino el ir siendo.
Foto de portada por Danny Ruiz – Wikipedia.